El itinerario inicia en “Corso Zanardelli”, para ir (hacia el este pasando por “ Corso Palestro” y subiendo en dirección norte por “Via Gramsci”) a “Piazza Vittoria”. Continúa hacia “ Piazza Loggia” (un poco más al norte de “Piazza Vittoria”) y sigue hacia “Plaza Paolo VI” (pasando por debajo del reloj astronómico –“Via Beretta”) para visitar el Broletto y las Catedrales. Siguiendo hacia el este por “Via Querini-Cattaneo” se llega a “ Porta Labus” y al norte de esta encontramos “ Piazza del Foro” donde visitar los monumentos romanos de “Brixia” (el nombre antiguo de Brescia). Continuando hacia el este, al final de “Via Musei”, nos encontarmos con el Monasterio de “Santa Giulia”. El itinerario termina con la visita al Castillo de Brescia, subiendo por la colina “Cidneo” por “Via Brigida Avogadro” (que se encuentra al final de “Via Musei”).
“Corso Zanardelli” y el Teatro Grande. Corso Zanardelli es el paseo por antonomasia bresciano: allí los ciudadanos pasean bajo los soportales construídos en el lado norte ( y que continúan por “via Dieci Giornate”). En el centro de los soportales se encuentra el Teatro Grande que nace de la sala de riuniones de la “Accademia degli Erranti” abierta en el año 1634. El primer teatro se realizó en 1664. El actual se construyó en 1810 por el milanés Luigi Cagnola y en 1862 cambiò su decoración. En 1761 Antonio Marchetti proyectó la última sala de la “Accademia degli Erranti”: “Il Ridotto”, en espléndido estilo rococó, decorado con frescos de Pietro Scalvini. Orgullo de la ciudad, el Teatro Grande se inauguró en 1904 con el éxito de “Butterfy” de Puccini tras haber fracasado en la “Scala” de Milán.
Entre 1929 y 1937, surge en el antiguo barrio medieval, la majestuosa plaza de la Victoria. El autor, Marcello Piacentini evoca en ella la planta a forma de ""L"" como aquella de la Plaza de San Marco de Venecia. En la plaza bresciana, la función del eje del campanario de san Marcos se sustituyó con la Torre del Ina, autárquicamente llamada ""edificio multipiano"" completamente recubierta de ladrillos y visible entre los edificios residenciales gracias a su altura que alcanza los 60 metros. Protagonista de la Plaza en el lado norte es el Palacio de Correos con un altísimo pronaos de mármol a bandas bicolores que protege las cristaleras de la pared trasera. Al este, enfrente de la torre, se alza la torre de la “Rivoluzione”, concebida como Arco de Triunfo y que conduce el paso del caminante hacia la “Piazza Paolo VI”: de hecho, crea un telescopio óptico en eje con el acceso a la nave menor susituada al sur del “Duomo Nuovo”. La torre estaba decorada con un bajorrelieve broncíneo del “Duce”a caballo, obra de Romolo Romanelli (perdido o derrumbado). Cerca de la torre de la Revolución, encontramos el Arengario (un púlpito para oradores) de Antonio Maraini con nueve bajorrelieves que representan escenas de la historia de la ciudad. En un ángulo de la plaza, se hallaba la Fuente de la Época Fascista, en ella se encontraba una gran estatua de un hombre desnudo de siete metros de altura, obra de Arturo Dazzi. Dicha fuente no existe actualmente. Destruído durante el bombardeo el bajorelieve de ladrillo que representaba la Anunciación, obra de Arturo Martini que decoraba el pórtico del torreón.
Al lado sur, encontramos “Piazza Loggia” donde se pueden admirar mirando de oeste a este, el edificio de las Antiguas Prisiones, el viejo Monte de Piedad y el nuevo Monte de Piedad. El mámol blanco de “ Botticino” revive entre el edificio de las antiguas prisiones y el viejo Monte de Piedad unidos por la “Loggetta”. La belleza de estos edfificios aumenta gracias a la inserción de antiguas lápidas romanas que atestiguan las raices clásicas brescianas. Ello favoreció la fundación del primer museo lapidario italiano. En el lado oeste de la plaza podemos admirar el “Palazzo della Loggia”, sede del Ayuntamiento de la ciudad, cuya primera piedra fue depositada en 1492. Está formado por un pórtico en su planta baja, y una primera planta cubierta por una cúpula. Es evidente la mano de los dos grandes arquitectos que participarono en su construcción: de Sansovino es el friso y la balaustrada y de Palladio es la cúpula con forma de casco de un barco al contrario. La actual es obra de una restauración de principios del siglo XX tras el incendio que en 1575 destruyó la cúpula original con las obras de Tiziano. Enfrente del Ayuntamiento se encuentra la torre del reloj cuya campana tocan dos autómatas, popularmente llamados “i macc de le ure”. En dicho reloj astronómico se pueden leer los movimentos del sol, las costelaciones y las fases lunares.
Los edificos monumentales se encuentran en el lado este de la plaza. Dirigiendo nuestra vista hacia el norte encontramos un edificio de la época medieval “ Broletto”, sede del Ayuntamiento durante la Edad Media, construido a partir del siglo XIII. Su estructura es “a corte interna”: cuatro edificios que encierran un patio. El más antiguo es la torre del Pegol, utilizada para reunir a los ciudadanos. En el “ Broletto”, aún sede administrativa y de la Autoridad Civil, se aprecia una evolución y mezcla de diferentes estilos, románico, gótico, renacentista e incluso huellas del “ottocento”. Continuando hacia el sur se encuentra el imponente “ Duomo Nuovo”, construido entre el 1604 y el 1825. En el “ottocento” su cúpula era la tercera de Italia. En su interior se encuentran obras de Romanino, Moretto, y el monumento a Paolo VI de Scorzelli. Junto al “Duomo Nuovo” encontramos el “Duomo Vecchio”: la iglesia románica de planta redonda es la más grande que se ha conservado. Consta de un ambulacro que rodea una planta circular, cubierta por una grande cúpula protegida por un cimborio. En su interior valiosas obras de Moretto. En la capilla “Sante Croci” se custodia el tesoro de las Santas Cruces: una reliquia de la Santa Cruz con reliquias medievales y renacentistas y quizá la única “croce di carroccio” que ha llegado hasta nuestros días. El tesoro es custodiado por la Compañia de las Santas Cruces, cuyo origen se remonta a la Edad Media.
La visita a los majestuosos restos romanos de “Brixia” (antiguo nombre de Brescia), comienza en “Piazzetta Labus” (al sur de “Piazza del Foro”) donde se hallan los restos de la Basílica, el edificio con función de Tribunal cerraba la plaza del Foro (más grande que la actual). En el lado norte de la Plaza de Foro se pueden admirar los restos del “Capitolium”, el templo presenta tres salas, dedicadas a Jupiter, Juno y Minerva. Se fundó en el año 73 d.C. por el emperador Vespasiano (como se lee en la parte frontal del pronaos). Bajo el Capitolium se hallan los restos de un templo decorado con frescos del periodo romano muy bien conservados y considerados como unos de los más importantes de la alta Italia. Al este del “Capitolium” se encuentra el Teatro romano, del cual es visibile una parte de la cavea. Tenía una capacidad para casi unos 15.000 espectadores.
El Monasterio de Santa Giulia se encuentra en el lado este de ” via Musei” Fue fundado por el entonces Duque Desiderio (último Rey de los longobardos) y su mujer Ansa el el año 753. Su prestigio y la prosperidad económica se reflejan en las tres iglesias que posee en su interior y también en sus tres claustros. La iglesia más antigua es la longobarda de San Salvatore; la medieval de Santa Maria en Solario estaba destinada a proteger los tesoros del Monasterio (recordemos la Cruz Desiderio) y la del “cinquecento”de Santa Giulia. La abadesa del Monasterio fue una de las hijas de Desiderio, Anselperga. En este monasterio murió otra hija del rey, repudiada por Carlo Magno, la desafortunada Ermengarda, cuya muerte fue cantada por Manzoni en la tragedia “Adelchi”. Actualmente es sede del Museo de la Ciudad.
Llamado el “Falco d’Italia”, (halcón de Italia) el grande Castillo ocupa la cima de la colina Cidneo. La muralla exterior es del siglo XVI, creada con bastiones , terraplenes y con muros inclinados para defenderse de los cañones. A medida que vamos subiendo y entramos en el castillo, el periodo de los edificios se va haciendo cada vez más antiguo hasta llegar al “Mastio Visconteo”del siglo XIV y a la torre Mirabella, protegidos por un puente levadizo. Debajo del “ Mastio Visconteo” se pueden admirar los restos del antiguo Templo que en la época romana ocupaba la cumbre de la colina. El castillo ha sido testigo de episodios crueles: en 1512 las tropas francesas de Gaston de Foix saquearon la ciudad de Brescia y lo mismo sucedió en 1849 cuando los austríacos del mariscal Haynau (la “hiena” de Brescia) pusieron fin a las “Diez Jornadas de Brescia”. Esta revuelta es la razón por la cual Brescia lleva el apelativo de Leona de Italia (Leonessa d’Italia). En el interior del castillo se pueden visitar dos museos: el Museo de las Armas Antiguas “L.Marzoli”, en el “ Mastio Visconteo”, y el Museo del Risorgimento en el edificio llamado del “Grande Miglio”.